Adelina Alejandra Antonieta
Con sus ruinas mayas, lagos y volcanes, Guatemala es uno de los lugares más bellos de Centroamérica. Montañas y altiplanos rocosos dominan su paisaje en el oeste. La llanura del Pacífico es un estrecho cinturón entre las montañas y el océano. En el altiplano sur, la región más poblada es Ciudad de Guatemala, y al norte se extiende la selva. El país es ligeramente más pequeño que el estado de Tennessee. Aproximadamente la mitad de los 13 millones de habitantes del país son amerindios o mayas, incluidos 21 grupos indígenas. La mayoría sigue viviendo en pequeñas aldeas agrícolas que cultivan maíz, café, azúcar y frijoles como sus antepasados. Son mundialmente famosos por sus intrincados tejidos hechos a mano de brillantes colores rojo, amarillo, azul y morado. Se calcula que más de dos tercios de los niños del país viven en la pobreza. El idioma oficial del país es el español, pero varias comunidades indígenas hablan más de 20 lenguas. Los guatemaltecos son predominantemente católicos; alrededor del 40% son protestantes y un pequeño porcentaje sigue las religiones mayas tradicionales. Compassion trabaja en casi todos los departamentos del país. Al igual que muchos de sus vecinos centroamericanos, Guatemala tiene una historia plagada de guerras, golpes de Estado y luchas económicas. Desde dos mil años antes de Cristo hasta principios del siglo XVI, el gran imperio maya floreció en gran parte de Guatemala. Los españoles conquistaron la zona en 1524, pero en 1821 el país se independizó de España. Desde entonces, la política guatemalteca ha estado marcada por rivalidades e inestabilidad. Tras una serie de golpes de estado, gobernantes poco duraderos y un aumento de las protestas y la represión, la guerra civil estalló en la década de 1960. Se han hecho varios intentos para poner fin a las disputas de décadas, el más reciente de los cuales fue la firma en 1996 de los acuerdos de paz entre el gobierno, las guerrillas izquierdistas y otras facciones. A pesar de la turbulenta historia de Guatemala, el país goza de libertad de expresión y religión y sigue teniendo una República Democrática Constitucional.
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